Empoderar a las mujeres es empoderar a la humanidad

11 de Marzo del 2015Manos sosteniendo signos de géneno femenino y masculino unidos

Conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el pasado domingo, nos recordó que empoderar a las mujeres es empoderar a la humanidad.
Debemos celebrar los notables logros en este ámbito que han hecho más justas a nuestras sociedades al tiempo que revisamos las acciones que todos, Gobiernos, empresas e individuos, podemos adoptar para alcanzar la equidad de género.
A 20 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada en 1995, los avances son evidentes y cada vez más numerosos, aunque también es obvio que persisten desafíos relevantes.
Por ejemplo, a nivel mundial, están muy cerca de cerrarse las brechas de género en salud (casi 96%) y en educación (casi 94%), aunque el avance es menor en el aspecto económico (60%) y muy bajo en empoderamiento político (21%), según el Informe Mundial sobre Brecha de Género 2014 elaborado por el Foro Económico Mundial.
En cuanto a los países de nuestra Región y México, la tabla muestra su posición mundial, entre 142 países evaluados, tanto a nivel general como en los cuatro subíndices: participación y oportunidades en la economía, logro educacional, salud y sobrevivencia y empoderamiento político; de dicho informe:
PaísPosición generalPartic. y oport. en la economíaLogro educacionalSalud y sobrevivenciaEmpoderamiento político
Nicaragua6953314
Panamá464860152
Costa Rica4810516232
Honduras7391385969
México8012075139
El Salvador848982180
Guatemala8972108178
Como se ve, Nicaragua está en el sexto lugar mundial, solo detrás de Islandia, Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca; y de hecho se ubica entre los primeros diez en el mundo por tercer año seguido.
Resalta, asimismo, que 5 países (Nicaragua, Panamá, México, El Salvador y Guatemala) logran el primer lugar mundial en cerrar la brecha de género en salud y sobrevivencia (98%), junto con otros 30 países. Por su parte, Costa Rica obtiene el primer puesto mundial, con otros 24 países, por haber eliminado completamente la brecha en logro educacional.
El mayor reto está en la participación y oportunidades en la actividad económica, donde todos los países menos uno se ubican de la mitad de la tabla hacia abajo. 
Los Gobiernos y las empresas comprometidas con la RSE pueden contribuir mucho, mediante políticas públicas y esfuerzos privados para apoyar a las emprendedoras, crear empleos con equidad salarial y prestar servicios de apoyo, como el cuido de los niños para las madres trabajadoras o empresarias, entre otros.
Sin duda, esto redundará en sociedades más justas, pero además es buen negocio. Decenas de estudios demuestran que “cuando más mujeres lideran, el desempeño mejora. Las nuevas empresas lideradas por mujeres tienen más oportunidades de éxito; los negocios innovadores con más mujeres en su nivel gerencial son más rentables y las compañías más balanceadas en términos de género tienen más ingresos, consumidores, participación de mercado y utilidades”, según señalan el profesor Adam Grant y Sheryl Sandberg, segunda al mando de Facebook, en el New York Times.
No es casualidad que una compañía gigantesca como Toyota nombrase la semana pasada a su primera alta ejecutiva en sus 77 años de historia. Cada vez es más evidente, lo mismo a nivel empresarial que a nivel social, que la igualdad de género es beneficiosa para todos.
Sumemos nuestro aporte personal, empresarial y de políticas públicas a este fructífero esfuerzo.


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