ips: Chile impulsa energía termosolar con primera planta regional

Por Marianela JarroudRecreación de cómo será la planta de Concentración Solar de Potencia de Cerro Dominador, que comenzará a operar en 2017 en el municipio de María Elena, en la norteña región chilena de Antofagasta. Crédito: Abengoa Chile

Recreación de cómo será la planta de Concentración Solar de Potencia de Cerro Dominador, que comenzará a operar en 2017 en el municipio de María Elena, en la norteña región chilena de Antofagasta. Crédito: Abengoa Chile
SANTIAGO, 29 jul 2014 (IPS) - Con la primera planta termosolar de América Latina, Chile pretende poner freno a su crisis energética, que amenaza con elevar aún más los altos costos de la electricidad y que intimida el crecimiento de las inversiones, principalmente en la minería.
“Tenemos un problema estructural y es que la energía en Chile es muy cara, y eso no solo representa una traba para el crecimiento económico, sino que también perjudica a los más pobres”, explicó a Tierramérica el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde.
“La planta es capaz de generar y acumular energía y, en la práctica, significa que pueden operar las 24 horas gran parte del año, solo en base a la energía del sol”: Roberto Román.
Por lo tanto, añadió, “tenemos que, simultáneamente, aumentar la oferta energética para disminuir los precios y promover energías renovables no convencionales (ERNC)”.
La planta de Concentración Solar de Potencia de Cerro Dominador está en esa línea. La compañía española Abengoa, que opera en Chile desde 1987, ganó en enero la adjudicación pública para desarrollar una planta solar de tecnología de torre, con 110 megavatios de capacidad y 17,5 horas de almacenamiento de energía térmica en sales fundidas.
El proyecto, cuya construcción inició en mayo la filial local de la empresa española, Abengoa Solar Chile, entrará en operación en 2017 y tendrá una vida útil de generación de 30 años.
Su costo será de 1.000 millones de dólares, a los que se habrá que sumar unos 750.000 dólares adicionales para a la construcción de una planta fotovoltaica que duplicará la potencia generada a 210 megavatios, detallaron a Tierramérica portavoces de la empresa en Chile.
Abengoa contará con subvenciones directas del gobierno de Chile y de la Unión Europea, así como financiación del Banco Interamericano de Desarrollo, el banco de desarrollo alemán KFW, el Fondo de Tecnología Limpia y elFondo Canadiense para Iniciativas Locales.
La planta se emplazará en el municipio de María Elena, en la región de Antofagasta, 1.340 kilómetros al norte de Santiago, en pleno desierto de Atacama, el más árido del planeta y donde el sol brilla casi todo el año.
En el desierto de Atacama, en el norte de Chile, se concentra la mayor radiación del planeta y ahí comenzó a construirse la primera planta termosolar de América Latina. Crédito: Marianela Jarroud/IPS
En el desierto de Atacama, en el norte de Chile, se concentra la mayor radiación del planeta y ahí comenzó a construirse la primera planta termosolar de América Latina. Crédito: Marianela Jarroud/IPS
Para su funcionamiento, la planta no utilizará paneles, sino una serie de 10.600 espejos (heliostatos) de 140 metros cuadrados de tamaño, que siguen al sol en dos ejes, y que reflejarán su luz y calor a una sola torre de 243 metros de altura, que evocará a la torre de Sauron, de la adaptación cinematográfica de la novela “El Señor de los Anillos”.
Ese calor se transferirá a las sales fundidas para que produzcan vapor y accione la turbina de 110 megavatios.
Para conseguir una producción continua, la planta dispondrá de un sistema de almacenamiento térmico diseñado y desarrollado por la compañía española.
Según informó Abengoa, la planta será capaz de ofrecer electricidad limpia las 24 horas del día, algo clave en la norteña Antofagasta, donde la industria minera, en constante expansión, ya absorbe 90 por ciento de la generación para la producción básicamente de cobre.
Además, dicen sus portavoces, evitará la emisión de 643.000 toneladas de dióxido de carbono al año, equivalentes a las emisiones de 357.000 vehículos circulando durante un año. También podrá abastecer la totalidad del consumo residencial de la región.
El profesor Roberto Román, experto en energías renovables no convencionales de la Universidad de Chile, afirmó a Tierramérica que son múltiples las ventajas de la tecnología termosolar frente a otras ERNC, y en particular las fotovoltaicas.
Precisó que este tipo de planta “es capaz de generar y acumular energía y, en la práctica, significa que pueden operar las 24 horas gran parte del año, solo en base a la energía del sol”.
Además, “su generación se puede combinar con otros combustibles, por ejemplo gas natural, para asegurar un 100 por ciento de accesibilidad. Esto significa que se genera la potencia que se requiere según demanda del sistema en el momento que se requiere”, explicó.
Añadió que “si operan solo con energía solar tiene cero emisiones” y recordó que se trata de una tecnología en plena evolución y desarrollo, “por lo cual hay espacio para investigación, desarrollo e innovación”.
“Es lo que ha hecho España en los últimos 20 años y con lo que sueño seamos capaces de hacer nosotros aprovechando el maravilloso sol que nos sobra. Con el recurso que hay, sobra sol para abastecer a varios Chile”, afirmó el especialista.
Este país sudamericano, de 17,6 millones de habitantes, cuenta con 18.278 megavatios de capacidad bruta instalada. Del total, 74 por ciento está en el Sistema Interconectado Central, 25 por ciento en el Sistema Interconectado Norte Grande y el resto en redes medianas de las regiones australes de Aysén y Magallanes.
Chile importa 97 por ciento de los hidrocarburos que requiere y su matriz energética se compone en 40 por ciento de hidroelectricidad y el resto de combustibles fósiles y contaminantes, a través de centrales termoeléctricas.
La carencia de fuentes energéticas ha ubicado el precio de producción de un megavatio hora entre los más caros de América Latina, con un costo que supera los 160 dólares. La misma medida cuesta 55 dólares en Perú, 40 en Colombia y 10 dólares en Argentina.
Desde su retorno al poder en marzo, la presidenta socialista Michelle Bachelet ha reiterado su compromiso con el desarrollo de ERNC -eólica, geotérmica, termosolar y solar fotovoltaica-, con el fin de que 20 por ciento de la electricidad se obtenga mediante energías limpias hacia 2025.
En ese esquema, la luz solar pareciera ser el eje del desarrollo energético para los próximos años, como se plantea en la Agenda Energética lanzada por la mandataria el 15 de mayo.
El gobierno aprobó ese mismo mes 43 proyectos de energías renovables no convencionales, con participación de empresas locales e internacionales, todos en el norte de Chile y en su mayoría fotovoltaicos.
Juntos alcanzan un total de 2.261 megavatios al año, lo que incrementaría 12,3 por ciento el sistema de capacidad bruta instalada, cuando estén operativos.
Román advirtió que, en el caso de la energía termosolar, “hay muchas cosas que se deben aprender aún, como el comportamiento de los materiales y elementos en el agresivo clima desértico y cuán grave puede ser el tema de polvo y limpieza de espejos”.
Añadió que esto, sumado a otros temas relevantes, como la escasez de agua en el desierto “llevan a que el costo de inversión supere entre 2 a 4 veces la instalación de energía fotovoltaica”.
Sin embargo, puntualizó, “se produce de dos a tres veces la cantidad de energía, por lo tanto, la diferencia real en costo de la energía no es tan grande”.
“Por todo ello, lo veo como una opción fantástica. Deberíamos subirnos al carro de la investigación y desarrollo en este área, por supuesto con colaboración extranjera, y pasar a ser relevantes en lo que es desarrollo tecnológico”, concluyó.
Este artículo fue publicado por la red latinoamricana de diarios de Tierramérica

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ips: Nicaragua apuesta su progreso al sueño de canal interoceánico

Por José Adán Silva

Tres agricultores analizan el trazado del Gran Canal Interoceánico sobre el mapa de Nicaragua, que la empresa china HKND Group presentó en la sureña ciudad de Rivas, durante un encuentro con afectados por la gigantesca obra. Crédito: José Adán Silva/IPS
Tres agricultores analizan el trazado del Gran Canal Interoceánico sobre el mapa de Nicaragua, que la empresa china HKND Group presentó en la sureña ciudad de Rivas, durante un encuentro con afectados por la gigantesca obra. Crédito: José Adán Silva/IPS
MANAGUA, 29 jul 2014 (IPS) - Víctor Sánchez no quiere oro ni un futuro lleno de holgura económica como le prometen. Solo exige que le permitan vivir como siempre hizo en su finca en la ribera del río Las Lajas, precisamente por donde pasaría la proyectada ruta del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua.
Sánchez, de 59 años y pequeño agricultor del suroccidental departamento de Rivas, dijo a IPS que ignora los detalles de la megaobra que el gobierno presenta como la solución definitiva para que el país deje de ser el segundo con mayor pobreza de América Latina, detrás de Haití, según el Banco Mundial.
A él solo le preocupa que lo vayan a sacar de las tierras donde ha vivido desde siempre con su extensa familia y que no le paguen su propiedad, como se lo dijo el 15 de julio a los representantes de la empresa HKND Group, adjudicataria de la concesión para el canal, durante un encuentro la Universidad Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas.
Ante público local, los técnicos chinos, apoyados por traductores y funcionarios nicaragüenses, brindaron en la ciudad de Rivas, capital del departamento, los detalles del gigantesco proyecto: un canal que conectará el océano Pacífico con el Atlántico a través de una franja acuática de 278 kilómetros de largo. De ellos, 105 kilómetros pasarían sobre el lago Cocibolca.
Los números y datos del proyecto presentados a los nicaragüenses son descomunales: con un valor actualizado de 50.000 millones de dólares, el ancho de la vía será de hasta 520 metros, con una profundidad mínima de 27,6 metros y máxima de 30 metros.
Las estimaciones hablan de 5.100 barcos anuales que cruzarán la ruta en 30 horas de tránsito.
HKND, por medio de Pang Kwok Wai, subdirector del Departamento de Gestión de Construcción, explicó en la ciudad a 110 kilómetros al sur de Managua, que la obra se comenzará en diciembre en el municipio de Brito, en Rivas, en la costa del Pacífico.
Este departamento será partido en dos y una parte de su población desplazada y reubicada.
En Rivas se establecerá, además, una zona de libre comercio de 29,2 kilómetros cuadrados, cuatro complejos turísticos, una urbe de 140.000 habitantes, un aeropuerto internacional con capacidad de almacenar miles de toneladas de carga, un puerto de aguas profundas, puentes gigantes y otros subproyectos, en el argot de HKND.
En junio de 2013, el gobierno del izquierdista Daniel Ortega otorgó a HKND Group la concesión de un Canal Interoceánico por 50 años prorrogables al doble, porque, argumentó, el proyecto transformaría para siempre la economía de este país centroamericano, donde el 42,5 por ciento de su población de 6,1 millones vive en condiciones de pobreza y 70 por ciento de los trabajos son en el área informal.
El presidente del Consejo Nacional de Universidades e integrante de la Comisión Especial del Gran Canal, Telémaco Talavera, detalló a IPS que para ejecutar la obra se abrirán grandes empresas industriales que demandarán mano de obra nacional: 50.000 empleos directos durante su construcción y 200.000 puestos fijos a partir de 2019, cuando se estima que se complete el canal.
HKND anuncia también nuevas plantas de cemento, acero, dinamita, asfalto, combustible y energía.
El gobierno de Nicaragua estima que las obras harán que el producto interno bruto del país, que sumó 11.200 millones de dólares en 2013, aceleré su ritmo de crecimiento del actual cuatro o cinco por ciento, a 10,8 por ciento en 2015 y 15 por ciento en 2016.
HKND Group, a cargo del misterioso empresario chino Wang Jing, con sus noticias, ha hecho pensar al mundo que el proyecto es un hecho. Pero las dudas sobre el grupo y, más aún, sobre el fondo creado para financiar el canal están lejos de disiparse.
La compañía asegura que ha encargado a la gigante de ingeniería China Railway Construction Corporation los estudios de factibilidad técnica, a la estadounidense McKinsey & Company el análisis de la información y a la británica Environmental Resource Management las evaluaciones de impacto social y ambiental.
Técnicos de HKND repiten en reuniones públicas y privadas en Nicaragua y China que el grupo invitó a empresarios de China, Rusia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Australia a apoyar el proyecto.
El canal agita las esperanzas económicas de miles de nicaragüenses, según dos encuestas nacionales sobre el proyecto. Una de ellas, MyR Consultores, reveló este mes que 31,3 por ciento de los nicaragüenses piensa que esa obra traerá entre “algo y mucho beneficio”.
Otra encuesta del Barómetro de las Américas, como parte del proyecto de opinión pública de América Latina de la estadounidense Universidad de Vanderbilt, presentado en Managua también este mes, recoge que el 72,8 por ciento de las encuestados destaca como potencial beneficio la generación de empleos con las obras del canal.
Pero al mismo tiempo, 43,4 por ciento de los entrevistados teme por los daños ambientales que producirá la obra, según el análisis preliminar del informe presentado en Managua por el investigador Kenneth Coleman, de la Universidad de Michigan, y Arturo Maldonado, de la Universidad de Vanderbilt.
Este mismo temor lo recogen decenas de ambientalistas y organizaciones no gubernamentales, como laFundación Nicaragüense para el Desarrollo Sostenible, que bajo la dirección del biólogo Jaime Incer, asesor ambiental de la Presidencia nicaragüense, se opone a la obra con el argumento de que afectará irremediablemente al lago Cocibolca.
Este cuerpo de agua es el más grande de América Central, con 8.624 kilómetros cuadrados de agua dulce. Según las estimaciones de la organización, las obras del canal afectarían 400.000 hectáreas de selva y humedales.
Incer estimó a IPS que Nicaragua otorgó a HKND la autoridad sobre el lago y sus periferias, donde convergen más de 16 cuencas hidrográficas y15 áreas protegidas que concentran 25 por ciento de los bosques húmedos del país.
HKND Group no concluye aún sus estudios de impacto ambiental, pero ya definió la ruta que atravesará el canal y la construcción de un lago artificial de 400 kilómetros cuadrados, más 41 depósitos gigantes a la largo de la ruta para almacenar la tierra removida.
Otro aspecto que critican los opositores al proyecto es la falta de transparencia en torno a sus financiadores. ¿Quiénes son y cómo operan?, repiten.
El grupo y sus ejecutivos en Nicaragua, así como los responsables nicaragüenses del proyecto, evitan revelar la identidad de sus socios comerciales.
“El fondo está asegurado, pero es confidencial, estos asuntos son secretos empresariales, especialmente por las empresas que están operando en bolsa de valores”, dijo Pang, de HKND.
Talavera, de la Comisión Especial del proyecto, remarcó a IPS que lo importante en este momento es explicar a la población los alcances de la megaobra y garantizar los beneficios para el país. “Lo del financiamiento va ser informado en su momento si así lo determinan los socios”, aseguró.
La negativa de la compañía a revelar los datos de los socios y el origen de los fondos, ha abierto dudas y dado paso a conjeturas como la del diputado opositor Eliseo Núñez, quien insinúa que detrás estaría el gobierno de China, sospecha que Wang Jing ha negado en todo momento en sus intervenciones.

 
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esglobal: Las cinco armas más EFECTIVAS contra la crisis

15 julio 2014 Mario Saavedra

Categoría: Artículos crisis Economía
cincoideas
China Photos/Getty Images

Arrancamos en esglobal esta serie de dos reportajes, analizando primero las recetas más exitosas en la lucha contra la crisis.

Las frases de Draghi
Al final fueron sobre todo 22 palabras las que resolvieron la crisis del euro. Ni las incontables y siempre definitivas cumbres de los líderes europeos para salvar la moneda común, ni los recortes del déficit, ni los sermones alemanes. Lo que salvó al euro, y en eso parecen estar de acuerdo la mayor parte de los analistas, fueron estas palabras del banquero central europeo, Mario Draghi: “Dentro de nuestro mandato, desde el Banco Central Europeo estamos dispuestos a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y, créanme, sera suficiente” (Within our mandate, the ECB is ready to do whatever it takes to preserve the euro. And believe me, it will be enough).
En el “mundillo económico” ya se habla de ese momento relevante como “el whataver-it-takes de Draghi”. Prueben a buscar en Google: salen centenares de miles de resultados analizando la frase lapidaria. O miren, por ejemplo, algunas de las viñetas que ilustran la acción del ex ejecutivo del banco Goldman Sachs: el Financial Times le muestra cual Atlas, solo que en vez de sostener el mundo el italiano aguanta a duras penas una moneda de euro sobre la que se pelean los líderes europeos. Pobre Draghi…
En realidad lo que hacía el director de la institución de Fráncfort era despertar y rugirle a los mercados. La moneda única llevaba sufriendo severos ataques especulativos. Decenas de miles de millones de dólares de inversores internacionales habían apostado a que Grecia colapsaría, después España, a continuación Francia y así una salida progresiva de países de la moneda común.
A esas apuestas, legítimas en su mayoría, los Gobiernos trataban de luchar con medidas de recortes presupuestarios (gastaremos menos para pedir menos dinero prestado y poder pagar las facturas), que a su vez producían mayores contracciones económicas. España, Italia, Grecia, Irlanda y Portugal eran economías demasiado pequeñas como para poder dar un puñetazo en la mesa: no tenían la liquidez para hacerlo. Mario Draghi, sí: no en vano, tiene el poder de crear dinero de la nada. Podía sacar “un bazuca”, como se le llama en Wall Street: empezar a comprar bonos a los Estados en el mercado secundario, financiándolos de manera indirecta, a pesar de que ello roza lo ilegítimo para el banco; o lanzar un programa de compra de bonos a empresas, inyectándoles un crédito que, por otro lado, no les llegaba. ¿Quién se iba a atrever a ir contra el “gorila de 150 kilos” que es un banquero central? En realidad, Draghi se llevó la fama porque era el más fuerte, pero por detrás del banquero había un paquete de rescate de 700.000 millones de euros puestos por los países europeos en el fondo conocido como el MEDE.
El MEDE
Formó el tándem perfecto con las palabras de Mario Draghi. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se creó en marzo de 2011 y entró en vigor un año después. En realidad, formalizaba fondos anteriores (el Fondo y el Mecanismo de Estabilidad Financiera). Se trata esencialmente de una hucha común de la que, junto con la del Fondo Monetario Internacional, ha salido el dinero para los rescates de los países en crisis total como Grecia, Portugal o Irlanda, o los préstamos para rescatar a la Banca como en España.
En la hucha se metieron 80.000 millones de euros y los países se comprometieron a meter 620.000 millones más en caso de necesidad. Al contrario de lo que se cree comúnmente, no es “dinero alemán”. Todos los países contribuyen en función de su tamaño. Alemania con el 27% del fondo, 21.000 millones, sí, pero España puso un 12%, casi 10.000.
El dinero que salía llevaba consigo condiciones, esencialmente la de permitir la llegada a los centros económicos nacionales de los famosos “hombres de negro”, los inspectores de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). A cambio de medidas draconianas, Grecia ha recibido un total de 250.000 millones; Portugal, 80.000 e Irlanda, 68.000, para poder pagar las facturas del Estado. España obtuvo 41.000 millones para prestárselos a su vez a los bancos quebrados.
La duda sobre si el MEDE debería o no estar en una lista de herramientas exitosas de la crisis se basa sobre todo en las exigencias impuestas por la Troika. Sus críticos consideran que, al querer imponer ajustes del déficit fiscal demasiado rápido, se generó un efecto perverso: se asfixiaba la economía, lo que reducía los ingresos por impuestos y obligaba a endeudarse más y a aumentar el déficit. Pero que sin la ayuda mutua de los países en forma de miles de millones de euros en préstamos, Grecia habría quebrado totalmente como país, eso la habría hecho salir del euro y  provocado un efecto dominó, pocos lo niegan. Así, al menos según la visión de este autor, el MEDE fue útil y necesario, por más criticable que pudiera ser la actitud dogmática de los “hombres de negro”.
Los billetes de Bernanke
Ben Bernanke tiene pinta de poca cosa: bajito, calvo, con barba a lo Santa Claus. Parece un tranquilo profesor. Es precisamente lo que era hasta que saltó a la primera línea de la batalla americana contra la Gran Recesión.
Cuando George W. Bush le nombró presidente de la Reserva Federal en 2005, en la cartera de la FED había tan sólo 700.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. Cuando Bernanke dejó el puesto en enero de este año, había llegado a tocar los tres billones de dólares, cuatro veces más. El de la barba blanca, “Helicóptero Bernanke” le llamaban, se había dedicado a comprar como loco activos a los bancos para que estos pusieran el dinero en circulación y se reactivara así la economía: mucho dinero es dinero barato y dinero barato insta a consumir. ¿Funcionó? Sin lugar a dudas.
La tasa de desempleo del pasado mes de junio en Estados Unidos ha caído hasta el 6,1%, después de haber sido casi el doble en lo peor de la crisis. Y esa reducción solo puede haber ocurrido por dos factores: el boom energético que vive el país o las acciones radicales de la Reserva Federal. En realidad, el precio de la gasolina y el petróleo se han mantenido elevados, y aunque es cierto que el gas proveniente del fracking ha revitalizado algunas zonas como Texas, eso no puede explicar la recuperación del país.
¿El Gobierno? Un rotundo no. Sirvió para poner el freno al derrumbe, y evitó que la Gran Recesión se convirtiera en una Gran Depresión gracias a programas de rescate de bancos como el TARP. Pero desde 2010 Estados Unidos está esencialmente sin gobierno: el Congreso, cuya Cámara de Representantes ha estado dominada por los republicanos, ha abortado toda iniciativa económica de Barack Obama: no a la Ley para los Empleos Estadounidenses, no a los planes de reparación de infraestructuras… El Gobierno (ejecutivo más legislativo) en el mejor de los casos ha hecho peligrar la recuperación, con las batallas interminables por la elevación el techo de gasto, que a punto tumbaron la recuperación en 2011.
La salida de la Gran Recesión en Estados Unidos, lenta y dolorosa, ha requerido de tres planes de compras de activos por parte de la Reserva Federal (los llamados quantitative easing o QE) y la promesa de tipos cero de interés hasta dentro de mucho tiempo. Entre los mayores beneficiados, los inversores en los mercados de renta variable. Wall Street ha tenido abundante dinero para apostar. Por eso el Dow Jones ha conseguido batir récords en medio de algunos de los peores momentos económicos del país: lo que es bueno para Wall Street no tiene por qué serlo para Main Street. Pero el resultado es el mismo: Si 2009 fue el peor año para Estados Unidos en décadas, con una contracción del Producto Interior Bruto del orden del 10%, cinco años después puede decirse sin temor a equivocarse que el drama ha terminado. Cinco años para salir de la peor crisis tras la Gran Depresión no son nada en términos históricos. Y si no que se lo pregunten al profesor del MIT, experto en la crisis del 29, Ben Bernanke.
Las cumbres europeas
De las cumbres europeas extraordinarias durante lo peor del eurodrama nadie se ha reído más que los analistas de la CNBC estadounidense. La cadena de televisión favorita de los brókers de Wall Street se mofaba de cómo todas las reuniones de los líderes europeos parecían ser la definitiva para salvar al euro.
El espectáculo lo presentaban como dantesco y, en parte, lo era. Todo parecía ir muy lento, por detrás de la curva de los acontecimientos. Y, sin embargo, visto a posteriori, los 18 estados de la eurozona, cada uno con su idiosincrasia y sus problemas domésticos, una mezcla de una Alemania que ya había hecho los ajustes y se encontraba lozana y unos PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) que vivían unos auténticos dramas socioeconómicos, esa mezcla casi inmanejable ha conseguido grandes avances en medio de ataques especulativos como nunca antes había visto.
Se ha evitado la bancarrota total de cuatro países de la unión. Se han lanzado mecanismos de rescate. Se ha creado una Unión Bancaria, o al menos una hoja de ruta para conseguirla. Pronto se hará que el Banco Central Europeo regule el sistema bancario común, que además tendrá un fondo común de rescate, unos test de estrés comunes para detectar fallas en el sistema…
Por el camino han ocurrido cosas terribles: el auge de los partidos xenófobos en las últimas elecciones europeas, plasmado en la imagen de eurodiputados euroescépticos dando la espalda al himno de la Unión ha sido un durísimo efecto político que podría haber dinamitado la comunidad de países desde dentro de sus instituciones de no ser por el “cordón sanitario” impuesto por los dos grandes partidos en el Europarlamento.
La Unión y sus líderes en las cumbres, sobre todo, han mostrado una indiferencia suprema al sufrimiento de las clases más débiles de la eurozona. No ha habido ni un solo plan digno de rescate a los más necesitados, ningún plan de emergencia para tratar de amortiguar el impacto de la crisis en la llamada “generación perdida”. Solo ahora empiezan a lanzarse planes de empleo juvenil, pero las dotaciones son una parte infinitesimal de las decenas de miles de millones destinados a rescatar a algunos bancos. Pero si esto es cierto, también lo es que los paquetes de rescate a los Gobiernos quebrados han servido para pagar las facturas de bomberos, profesores, médicos, escuelas y hospitales.
Las flechas de Abe
Si Japón o China estornudan, el mundo se resfría. En los últimos siete años, la primera preocupación global fue el eventual colapso del sistema financiero estadounidense, la segunda el posible colapso del euro, la tercera fue el posible aterrizaje forzoso o frenazo en seco del crecimiento económico chino, que parece haberse evitado por el momento. ¿Y la cuarta? La cuarta era un miedo que venía de lejos: la anemia de la tercera economía global, la japonesa. La mezcla de baja inflación y escaso crecimiento, junto al mayor endeudamiento público del mundo (más del doble de todo lo producido por el país en un año) estaban esencialmente gripando uno de los motores globales.
Y entonces llegó Shinzo Abe.
Con mucha fanfarria mediática, como deben hacerse estas cosas porque parte de los efectos son psicológicos, el primer ministro japonés anunció que iba a acabar con el monstruo que amenazaba a la economía nipona gracias a tres flechas: reformas estructurales de la economía, políticas monetarias expansivas del banco central, y estímulos fiscales. Lo llamaron Abenomics, la nueva economía de Shinzo Abe. Corría el año 2013.
De nuevo, la parte del león cayó del lado del Banco de Japón. En poco tiempo duplicó la masa monetaria en circulación en el país. Dinero abundante para incentivar el consumo. Los tipos de interés se redujeron, se impuso un objetivo de inflación del 2%. Desde el gobierno se expandió la inversión pública, se compraron bonos de proyectos de construcción. En diciembre del año pasado se aprobó un paquete gubernamental de gasto de unos 130.000 millones de euros. Eran las dos primeras flechas.
La tercera ha llegado hace unas semanas, y consiste en un paquete de reformas que debería afectar a casi todos los sectores de la economía. Quiere por ejemplo liberar el sector de la sanidad. Y eso significa, si, también, la entrada de extranjeros. Se van a crear “Zonas Especiales Estratégicas Nacionales” en las que se va a permitir, por ejemplo, que el cuidado de los mayores lo lleven a cabo extranjeros, poniendo fin a una de las mil restricciones a los extranjeros en Japón. Va a reformar el mercado de la energía, abriendo la puerta a los sectores renovables extranjeros. Abe promete abrir decenas de sectores a la inversión extranjera. E impulsar el papel de la mujer en el mercado laboral, hasta ahora bastante marginal. Para ello van a ampliar las plazas de guardería.
¿Está funcionando? Aún es pronto para saberlo. De momento, el desempleo está en mínimos históricos. La tan deseada inflación alta en Japón está en el 3,7%, frente al 0,2% de verano del año pasado. La economía crece a un ritmo de alrededor del 1,5%, mientras que en 2012 estaba en contracción. Los riesgos siguen presentes, como la creación de una burbuja, pero, por el momento, parece que el Abenomics funciona.