Foro Económico Mundial espantado por brecha entre ricos y pobres

http://www.ipsnoticias.net/2013/11/foro-economico-mundial-espantado-por-brecha-entre-ricos-y-pobres/

Maruf, de 12 años, vive en este tugurio en Nayanagar, cerca de Daca, la capital de Bangladesh. En el taller mecánico donde trabaja, arregla motores de automóviles de lujo por unos seis dólares al mes. Comparte sus magros ingresos con su familia de cuatro integrantes. Crédito: Naimul Haq/IPS
Maruf, de 12 años, vive en este tugurio en Nayanagar, cerca de Daca, la capital de Bangladesh. En el taller mecánico donde trabaja, arregla motores de automóviles de lujo por unos seis dólares al mes. Comparte sus magros ingresos con su familia de cuatro integrantes. Crédito: Naimul Haq/IPS
WASHINGTON, 20 nov 2013 (IPS) - La creciente desigualdad de ingresos amenaza la estabilidad social en países de todo el mundo. Y esto no lo dicen revolucionarios de izquierda, sino el Foro Económico Mundial (FEM).
Según una encuesta mundial a expertos de la academia, gobiernos y el sector sin fines de lucro, el informe del FEM señala que la desigualdad de ingresos es la segunda tendencia global más importante de las 10 con más probabilidades de afectar la estabilidad social el próximo año.
El aumento de las tensiones en Medio Oriente y el desempleo estructural persistente son otras grandes amenazas internacionales, según el informe del FEM, una organización internacional con sede en la ciudad suiza de Davos, creada y sostenida por las principales corporaciones del mundo.
Aunque los resultados están orientados principalmente a destacar la desigualdad en los ingresos dentro de los países, las fuentes sugieren que también es necesario prestar atención al panorama mundial, en el que las fronteras nacionales son un factor menos importante.
“Observar la desigualdad de ingresos dentro de un país determinado tiene mucho sentido, ya que las políticas públicas afectan la forma en que allí se vive”, dijo Christian Meyer, investigador asociado del Center for Global Development (CGD), un centro de estudios en Washington.
“Pero también existe una perspectiva internacional en la que, si tomamos a las personas y comparamos sus niveles de ingresos sin pensar en las fronteras nacionales, veremos que la desigualdad es elevadísima”, dijo Meyer a IPS.
El informe se basa en las respuestas dadas por casi 1.600 especialistas que conforman la Red de Consejos de la Agenda Global (NGAC, por sus siglas en inglés), una comunidad de más de 80 grupos, creados por el FEM y que representan a “líderes de opinión” de todo el mundo.
“La creciente disparidad de la riqueza afecta cada parte de nuestras vidas”, señala el informe. “Repercute en la estabilidad social dentro de los países y amenaza la seguridad a escala mundial. De cara a 2014, es esencial que diseñemos soluciones innovadoras para las causas y consecuencias de un mundo cada vez más desigual”.
Según la NGAC, esta creciente desigualdad se ha convertido en una amenaza importante tanto para el mundo en desarrollo como para los países desarrollados, incluyendo a América del Norte, donde la encuesta revela que la desigualdad de ingresos es el reto número uno.
La “increíble riqueza generada durante la última década” en Estados Unidos “fue a parar a una parte cada vez menor de la población”, advierte el FEM, “y la disparidad obedece a muchas de las mismas razones que se dan en los países en desarrollo”.
Según la encuesta, casi dos tercios de los ciudadanos estadounidenses creen que el sistema económico actual favorece a los ricos. Sin embargo, en algunos países europeos, donde la gente sigue recuperándose de la crisis económica que dejó a millones sin trabajo, el porcentaje es mucho más alto.
A medida que la brecha entre ricos y pobres se profundiza, según mediciones nacionales e internacionales, los analistas temen que la gente sea más propensa a tomar la calle para expresar su frustración con un sistema que solo da cabida a unos pocos privilegiados.
Es probable que esta situación conduzca a una mayor inestabilidad social que puede poner en peligro la seguridad mundial, advierte el informe.
“El malestar que subyace en los deseos de cambio de un dirigente político tras otro es una manifestación de la preocupación de la gente por sus necesidades básicas”, señala el informe. Por lo general, son los jóvenes quienes están más dispuestos a expresarse, ya que consideran que “no tienen nada más que perder”, agrega.
“La gente ve que el uno por ciento de la población en la cúspide del sistema sigue acumulando riqueza”, dijo Meyer del CGD. “Se dan cuenta de que algo está mal, de que esto es una forma de ‘secuestro de la elite’”.
De hecho, esa percepción de secuestro de la elite, o de falta total de movilidad social, parece estar en la raíz de este descontento generalizado.
“El problema con esta concentración de la renta es que se perpetúa de una generación a otra mediante una serie de mecanismos, como la buena educación, pero también mediante el acceso a buenas redes” de contactos personales, señaló a IPS el jefe de investigación de la organización humanitaria Oxfam Gran Bretaña, Ricardo Fuentes.
“Esta perpetuación entraña que la idea de la igualdad de oportunidades y de que ‘todas las personas son iguales’ se debilita gravemente”.
Este fenómeno, afirmó Fuentes, hace que la gente crea de manera creciente que el esfuerzo personal y el mérito no los llevará a ninguna parte, y que su gobierno solo escuchará las voces de los ricos.
“Incluso en los países donde los gobiernos se eligen democráticamente”, dijo, “vemos cada vez más que los ricos utilizan su dinero para influir en la administración y en los medios de comunicación a través de grupos de presión y otros mecanismos que los hacen particularmente influyentes”.
El informe se produce mientras dirigentes de la NGAC analizan en la Cumbre de la Agenda Global, desde el lunes 18 hasta este miércoles 20 en Abu Dhabi, los temas que formarán parte de la cumbre anual del FEM a celebrarse en Davos en enero.
“El mayor desafío es la incapacidad del sistema de gobernanza mundial para dedicarle el tiempo y la atención necesaria a construir nuestro futuro”, declaró el fundador y presidente del FEM, Klaus Schwab, en la apertura de la reunión.
Hay quienes sugieren que el reciente crecimiento experimentado por países de América Latina puede indicar una vía para abordar la cuestión en otros lugares.
“Sabemos por la historia que tener una sociedad más igualitaria no es un objetivo utópico”, dijo Fuentes.
“Hasta la década de 1980, hubo mayor inversión en la educación pública, un esfuerzo consciente del Estado para fortalecer las redes de seguridad social y un nivel creciente de vida para los trabajadores”.
Más países, en particular en América Latina, están tomando medidas fiscales que rescatan estas políticas, al menos según ciertos indicadores, aseguró. “Y ahora, comenzaron efectivamente a revertir la desigualdad”.
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ONUSIDA: la violencia de género aumenta posibilidades de las mujeres contraigan el VIH

http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=28083#.UpOaitLuLKo


22 de noviembre, 2013 — El Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH Sida (ONUSIDA) pidió el fin de la violencia de género, no solo por ser una grave violación de los derechos humanos sino porque aumenta el riesgo de infección de las mujeres con el virus.

Según investigaciones recientes de ese organismo, hay una clara asociación entre la violencia infligida por la pareja y el VIH, y las mujeres que experimentan este tipo de violencia tienen un 50 por ciento más de posibilidades de contraer la enfermedad.

En un mensaje en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el lunes, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, dijo que cada hora 50 mujeres jóvenes se infectan con el VIH.

"Las mujeres y las niñas tienen derecho a vivir libres de la violencia y las desigualdades y para protegerse a sí mismas contra el VIH”, dijo.

Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor una de cada tres mujeres en el mundo sufren violencia física o sexual por su pareja.

ADAH; impartió taller de Administración de Juntas de Aguas

Recientemente en atención de la Organización fraterna TECHO para mi Pais, con cede en Honduras, tuvimos el privilegio de impartir el Seminario Taller Básico  para  Juntas Directivas; con enfoque  a la Sostenibilidad de los Servicios de Agua y Saneamiento.Dicho taller fue facilitado en esta ocasión por el Dr. Omar Andres Garcia Calderón proporcionado a lideres/as comunitarios/as de la comunidad de Santa Clara; parte alta de la ciudad de Comayaguela cercana a la laguna del Pedregal.-Felicitamos a los/as asistentes por sus responsabilidad generacional y por sus  esfuerzos de sacar adelante su comunidad y haciendo inimaginables esfuerzos por llevar el agua potable a sus niños y demás representados, sabidos que no están solos/as en esta labor titánica pues les acompaña TECHO para mi país que ha construido con su metodología de apoyo social a los/as mas pobres con  centenares de casas de habitación aliviando y mejorando la calidad de vida de sus beneficiarios/as. ¡amigos de TECHO por mi pais, cuenten con nuestro apoyo como ADAH.! 

 
 



      

Activismo Politico Hondureño; visto desde afuera

HONDURAS: ¿FIN DEL BIPARTIDISMO?
18 de noviembre de 2013
honduras
ORLANDO SIERRA/AFP/Getty Images
Cartel electoral en Tegucigalpa


 Más reformas reales y menos corrupción e hipocresía antes de las elecciones.

Atendiendo a un aspecto puramente electoral, los apretados resultados de las presidenciales pueden hacer que en el futuro se plantee una, actualmente, inexistente segunda vuelta.
Pero la triste verdad es que ninguno de los partidos parece capaz de cambiar la dramática realidad y los millones de lempiras que están gastando en sus respectivas campañas resultan una ofensa para los cinco millones y medio de hondureños (65% de la población) que viven bajo el umbral de la pobreza, de los que tres millones viven con menos de un euro al día.
El país más desigual de América Latina no precisa de más corrupción e hipocresía para progresar, y sí de un pacto social que dé estabilidad y gobernabilidad democrática al sistema político. Esto se podrá lograr a través de la movilización social que presione para alcanzar reformas reales
En las próximas elecciones en Honduras, están llamados a las urnas alrededor de 5,3 millones de hondureños. Serán las novenas elecciones desde que el país, tras casi 20 años de regímenes militares, volviese a la democracia en 1980. 
Los representantes del pueblo a elegir son el presidente de la República, 3 designados presidenciales (vicepresidentes), 128 diputados del Congreso Nacional, 298 alcaldes y 20 diputados de PARLACEN -Parlamento Centroamericano- con sus respectivos suplentes. Por primera vez, participarán 9 partidos (cuatro de ellos surgidos tras el golpe de Estado de 2009). Debido a una alianza de dos instituciones políticas son 8 los candidatos a la presidencia.
Honduras va a la deriva. El país más pobre de Centroamérica está subyugado al narcotráfico que lo carcome mediante crímenes -ostenta la tasa de homicidios por habitantes más alta de mundo-y corrupción. Además de las consabidas crisis en lo social y en lo económico, atraviesa otras severas en sanidad y educación.
El escenario de las próximas elecciones generales será diferente al de las anteriores, puesto que el sistema que ha proporcionado amparo y sosiego a las élites conservadoras durante más de cien años, el bipartidismo político, está agonizando. El Partido Nacional (PN) y el Liberal (PL) se han turnado el poder durante toda la vida republicana. Si empezamos a contar desde el gobierno del primer presidente nacional electo en 1873, dicha formación ha ocupado el poder en 21 ocasiones, que totalizan 73 años de gestión, incluyendo los 16 del caudillo Carías Andino. Los liberales, desde entonces, han dirigido los destinos del país en 11 oportunidades, es decir, 44 años de administración.
El golpe de Estado (o intervención cívico-militar para otros) a la institucionalidad jurídica del país y a la conciencia nacional, es el responsable del fin del bipartidismo, algo totalmente contrario a sus pretensiones.
Como viene siendo habitual, los comicios se desarrollarán entre el fraude y la falta de transparencia. De hecho, el defenestrado Manuel Zelaya, en un ataque de sinceridad, reconoció haber hecho trampas en las elecciones para llegar a la presidencia. En su sorprendente intervención afirmó que el desorden, el fraude y la corrupción forman parte del proceso electoral.
Conocidos los ingredientes, no resulta extraño que el primer plato, las primarias de 2012, se cociesen en un ambiente de fraude generalizado. El segundo, lo sirve el reciente comunicado emitido por  la Alianza Hondureña por los Derechos Humanos, según el cual grupos económicos y políticos del oficialista PN y del PL planean desestabilizar el país generando una atmósfera inestable y de temor el día del sufragio para que los electores no ejerzan su derecho al voto.
Desde otros medios señalan a miembros de Libertad y Refundación (Libre)partido coordinado por el ex presidente Manuel Zelaya, de ser los que intimidan a los votantes. De momento Beatriz Valle, ex vicecanciller hondureña y candidata a diputada por ese partido, ha abandonado el país alegando amenazas de muerte.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) pone la guinda al pastel de la falta de transparencia al corroborar que, efectivamente, existe una campaña de intimidación y al reconocer sus magistrados que el sistema jurídico no permite controlar el origen del dinero que financia la intensa propaganda política. 
Pero the show must go on y todo hace indicar que el voto independiente (casi la cuarta parte de los votantes) decidirá quién va a ser el próximo presidente. Las encuestas señalan dos favoritos.
El primero es el candidato del Partido Nacional y Presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández. Mano derecha del presidente, Porfirio Lobo Sosa, con quien está llevando a cabo una ofensiva entre otros: en el poder judicial, en el ejecutivo y en los medios de comunicación. Su objetivo no es otro que llevar al poder al grupo oligárquico al que pertenecen. 
En lo que puede ser calificado como un golpe de Estado técnico, un Hernández hambriento de poder ha destituido a varios magistrados de la Corte Suprema de Justicia, además de haber hecho renunciar de su cargo al fiscal general. Estos y otros conflictos, como el fraude en las primarias, lo mantienen enfrentado con una parte de la oligarquía tradicional que lo tacha de autoritario. Intenta presentarse como una opción de centro, entre quien él considera la extrema izquierda, Xiomara Castro, y quien, a su juicio, es la extrema derecha, Mauricio Villeda. A excepción de representar distintos intereses de grupos económicos, en realidad no existe diferencia ideológica entre él, Ricardo Álvarez -su rival en las primarias- y Villeda. 
La elección de Hernández, cuyo programa se asienta en la recuperación de la paz, la generación de empleo y proyectos sociales, no haría otra cosa más que dar continuidad a las actuales políticas del Gobierno de Sosa, uno de los mandatarios latinoamericanos peor valorados de todo el continente, que no solo ha incumplido sus promesas sobre seguridad y creación de empleo, sino que ha visto como la, ya de por sí, extrema violencia se ha disparado durante su mandato.
Por otro lado, el cisma que se mantiene desde 2009 en la izquierda, ha hecho que Zelaya haya puesto al frente de su Partido Libre a su inexperta esposa, Xiomara Castro, que si bien hasta hace unas semanas lideraba las encuestas en intención de voto, los últimos sondeos la sitúan en empate técnico con Hernández . 
Xiomara, apoyada públicamente por el ex presidente brasileño, Lula da Silva,  posiciona a Libre como el partido de la reforma social. Propone un pacto social incluyente y “refundar el país” mediante una Asamblea Nacional Constituyente que permita instalar aquella cuarta urna que le costó a Zelaya un golpe y que pretendía reformar la Constitución para perpetuarse en el poder.
Si ganase Xiomara Castro, en primer lugar, se produciría en el país una purga de aquellos que tomaron partido por Roberto Micheletti, el que fuera presidente de facto tras el golpe de Estado de 2009. A continuación, Honduras pasaría a convertirse en franquicia chavista, eso sí, más débil sin Chávez. Por último, una vez devuelta al redil bolivariano, volvería a formar parte de la frágil Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA. 
Su propuesta programática puede valerle alianzas, ya que por primera vez en la historia contemporánea de Honduras hasta cuatro partidos políticos tienen opciones reales de contar con una representación parlamentaria importante. 
El Partido Liberal con Mauricio Villeda a la cabeza y el Partido Anticorrupción del mediático empresario y comentarista, Salvador Nasralla, tercer y cuarto partidos en la puja por la presidencia, pero con nulas opciones, podrían convertir a Zelaya, candidato a diputado, en presidente del Congreso Nacional.

El Dr. Omar Andrés García Calderón, Presidente de ADAH; concluye Jornada de conferencias: "Procesos de Integración Regional"

El Dr. Omar Andrés García Calderón en atención a gentil invitación del Embajador Rafael Leiva Vivas, Director de la Academia Diplomática de la República de Honduras  impartió para  el personal  y funcionarios del Servicio Diplomático,en cuatro ocasiones  la  conferencia "Procesos de Integración Regional de  SICA, MERCOSUR, UNASUR, CELAC y UNIÓN EUROPEA.

 El Dr García Calderón,  quien también es egresado  de dicho centro de formación diplomática, está Diplomado en Relaciones Internacionales y Diplomacia.  


Embajador Leyva vivas
 y Dr. García Calderón
Conservatorio: Politica Exterior  de Rusia hacia Latinoamerica; invitado especial embajador de la Federación de Rusia en Nicaragua y concurrente en Honduras Nicolay M. Vladimir 

Embajador de la Federación de Rusia
Nicolay M. Vladimir
 y el Dr. Omar Andres García Calderón 

CINCO PASOS SENCILLOS PARA EL PLAN DE ADMINISTRACION AMBIENTAL

POR  WWW. ACCIONUSA.ORG   http://www.accionusa.org/home/prestamos-para-pequenos-negocios/negocios-ambientales/consejos-ambientales-para-negocios.aspx/d=1337/title=Cinco_Pasos_Sencillos_Para_el_Plan_de_Administracion_Ambiental

Un plan de administración ambiental (EMP, Environmental Management Program) nos ayudará a decidir y lograr metas a corto plazo de una manera ‘ambiental'. Este plan identificará en forma factible las medidas de acción y sus tiempos de acuerdo al presupuesto y el grado de posibilidad que tenga la empresa para ser más ambiental.
Antes de empezar y durante todo el proceso de planificación, hable con el/los socio(s) y empleados de su empresa. Converse sobre los beneficios de adquirir hábitos sostenibles a medida que se familiarizan entre sí, con la empresa y el ambiente. Relacione los beneficios de proteger el medio ambiente con los intereses de los empleados. Por ejemplo, si sabe que les gusta la jardinería y el ciclismo, comparta los beneficios que se obtendrían si la empresa iniciara un vertedero de abono para producir fertilizantes o de reducir las emanaciones para mejorar la calidad del aire.
Luego, siga estos 5 pasos para crear un plan de administración ambiental realista, enfocado y diseñado para lograr las metas de la empresa de acuerdo a su capacidad y  necesidades.

1. Identifique los incentivos

Haga una lista de las leyes pertinentes, incentivos, beneficios y costos que puedan mejorar la eficiencia de energía y ofrecer productos o servicios ecológicos en su espacio de trabajo. 

2. Especifique sus metas más ambiciosas

Comparta con sus compañeros de trabajo y empleados  el deseo de lograr un buen resultado con el plan de administración ambiental.

3. Escriba los principios de la empresa

Una vez elegidas las metas, las incorpora en la especificación de su compromiso de conservar la energía y la eficiencia del medio ambiente de su empresa. Ponga por escrito su compromiso y delegue responsabilidades a todos a aquellos que pertenecen a la empresa. Utilice una tabla como la que se muestra abajo para organizar cada acción, costo y beneficio con sus posibles problemas y soluciones.
Responsabilidad/ Acción
Beneficios/ Incentivos
Costos
A quien concierna 
Problemas/
incumplimiento
de las normas.
Solución
 
 
EJEMPLO: Apagar las luces cuando no estén en uso.
Aumentar la eficiencia de energía y reducir los costos mensuales de electricidad de la empresa.
¡Ninguno, pero recuerde apagar las luces!

A todos los empleados apagando las luces cuando ya no se necesiten.

La gente se olvida de apagar las luces
Escriba en papel borrador pequeños recordatorios en los interruptores  para apagar la luz.
 

 4. Organice un proceso de operaciones comunes y objetivos. (SOP, Standard Operating  Procedure)

Desglose el plan para incluir los objetivos específicos,  de esa manera  podrá ver su progreso, es decir,  aclare cómo medirá sus objetivos. Aquí tiene un ejemplo:
Actividad
Objetivo específico
Indicador
Fecha
Objetivo
¿Quién?
¿Se cumplió?
EJEMPLO: Apagar las luces cuando no están en uso.
Reducir la factura eléctrica usando las luces cuando se necesitan para trabajar.


Compare las factures eléctricas con el antes y después de haber tomado consciencia de apagar las luces que no son necesarias
5/3
Letreros hechos con papel borrador colocados arriba de los interruptores como recordatorio para apagar las luces.
1 empleado
19/3
Que al menos dos personas en la oficina recuerden apagar la luz cuando salgan del cuarto de almacenaje o el baño.
2 empleados
31/3
Compare la factura de electricidad de marzo con la de febrero - la misma debe tener por lo menos $15 dólares menos.
Propietario (o encargado) de la empresa

5. Observe y publique los resultados

Utilice estas tablas para registrar el progreso de su objetivo. Muéstreselas a todos los empleados y manténgalos informados para que continúen su trabajo hacia el objetivo. Haga participar a todos en el proceso ambiental de su empresa.
Con un plan de administración ambiental se hará más fácil tener una empresa sostenible.
Para mayor información sobre planes de administración ambiental para empresas, visitebusiness.gov's environmental planning  y EPA's small business guide to environmental management.
Language / Idioma: Español
Type: Tip
Tipo de Consejo: Negocio que Cumple con Practicas Verdes
02 de junio 2010

5 PASOS SENCILLOS PARA EL PLAN DE ADMINISTRACIÓN AMBIENTAL


LA DECADENCIA DEL PODER:


















El ascenso de los micropoderes desafía la supremacía de los megajugadores.
11 de noviembre de 2013


Esta incertidumbre que atenaza al mundo desde principios del siglo XXI ha llegado a la esfera de lo que parecía más invulnerable: el poder. Mandar, bien sea en la política, en la economía, la empresa, la guerra, la religión o la filantropía, ya no es lo que era. Hoy es más fácil que nunca en la Historia alcanzar el poder… pero también es más fácil que nunca perderlo. Los poderosos ven su dominio amenazado en todo momento por una miríada de actores, formales e informales, organizados o espontáneos, que en otras épocas no habrían tenido ni la posibilidad de existir.Los micropoderes disputan la supremacía a los megajugadores. Todo ello abre un universo de oportunidades para muchos, pero también, claro, de desafíos.
Es la provocadora tesis de Moisés Naím en su último libro, El fin del poder, en el que hace un exhaustivo diagnóstico a esta tendencia que viene observando desde hace años, y a sus consecuencias.
Por citar solo un par de ejemplos: el poder político en su forma más absoluta, la dictadura, está en retroceso. En 1977 había 89 países en el mundo gobernados por autócratas; en 2011 la cifra se había reducido a 22. Algo similar, salvando las distancias, ocurre en el terreno corporativo: en 1992 los máximos directivos de las mayores empresas norteamericanas tenían un 36% de posibilidades de mantener su puesto en los siguientes cinco años; en 1998 se había reducido a un 25%.
Para hacer un análisis sobre la decadencia del poder, es necesario primero entender muy bien su naturaleza y su evolución. El autor adopta como definición el concepto de poder como “la habilidad para dirigir o impedir las acciones presentes o futuras de otros grupos o individuos”, una habilidad que se ha manifestado tradicionalmente mediante el músculo –la fuerza–, el código, –el universo de valores, creencias, tradiciones, etcétera, en el que se enmarcan nuestras vidas–, el discurso –la capacidad de persuasión– y la recompensa. A partir de ahí, hace un repaso histórico e intelectual a cómo “el poder se hizo grande” a partir de finales del siglo XIX, sobre todo desde el punto de vista político y empresarial con el enorme crecimiento de las estructuras estatales y corporativas. La capacidad de los poderosos aumentó de un modo hasta entonces desconocido. Y, sin embargo, en algún momento la tendencia comenzó a cambiar.
Sin ningún afán rigorista, Naím fija ese punto de inflexión en la caída del Muro de Berlín, en 1989; un poco más tarde, el nacimiento de Internet introduciría un componente totalmente insospechado y revolucionario. Ambos hechos han facilitado el debilitamiento de las barreras que impedían o dificultaban el acceso al poder, pero no solo ellos. Son muchos los factores que han contribuido a su erosión y él los agrupa en lo que llama las revoluciones del Más, la Movilidad y la Mentalidad.
En las últimas tres décadas, el mundo ha crecido más, y más rápido. Pese a todo lo que aún queda por hacer, hay más gente, y más gente que puede disfrutar de un modo de vida más aceptable –solo en China 660 millones de personas han salido de la pobreza–; hay más gente con más educación y más gente que vive con mejor salud y durante más tiempo. Y la cuestión, según el autor, es que es más difícil regular y controlar a las personas en estas circunstancias.
Por otra parte, se ha producido en este tiempo el mayor movimiento de población de la Historia, con 214 millones de emigrantes en el planeta, muchos de los cuales están contribuyendo a acelerar el proceso de urbanización. Nunca antes tampoco se habían movido tales cantidades de productos, mercancía, dinero, información o ideas, y a tal velocidad, algo potenciado por las nuevas tecnologías.
Todo ello ha impulsado la aparición y crecimiento de una nueva clase media en países menos desarrollados, muy consciente de la prosperidad y la libertad de las que se goza en otros lugares, lo que ha provocado un cambio en las expectativas y en la conciencia de su capacidad para poder cambiar las cosas. La fragmentación de las estructuras de poder, unido a la proliferación de actores más pequeños está contribuyendo a su decadencia.
En el plano político, esta decadencia se manifiesta, por ejemplo, en el número de países: si el siglo XX comenzó siendo el de los poderosos imperios coloniales, desde 1945 la cantidad de naciones soberanas se ha cuadruplicado; como se vio anteriormente, el número de dictaduras ha disminuido al tiempo que aumentaba el de gobiernos democráticos; las mayorías políticas salidas de las elecciones son cada día más raras, obligando a los partidos a pactar y a buscar alianzas, que suponen un límite a su capacidad de tomar decisiones. Posiblemente el caso más emblemático sea el de Estados Unidos, cuyo presidente, percibido como el hombre más poderoso del mundo, se ve constantemente frenado en su mandato actual por el partido de la oposición. Incluso dentro de los partidos una minoría como la del Tea Party está condicionando hasta el extremo la política del Gobierno. Según todos los augurios, las próximas elecciones al Parlamento Europeo verán el ascenso de los partidos minoritarios, muchos antisistema, como respuesta airada de los ciudadanos ante la ineficacia de las formaciones tradicionales para resolver sus problemas.
En el terreno de la fuerza ocurre algo similar. Los grandes ejércitos han perdido su poderío a la hora de enfrentarse a las nuevas amenazas: terroristas, insurgentes, piratas, guerrillas, criminales organizados, bandas armadas, ciberataques… Las guerras supuestamente convencionales, entre países que disputan un territorio, son cada día más raras, pero en su lugar han surgido los conflictos entre un Estado y enemigos no estatales, mucho más difíciles de identificar y, en buena medida, de combatir.
Sin embargo, donde la transformación del poder parece más palpable, y al mismo tiempo genera más incertidumbre por el abismo de lo desconocido, es en el liderazgo mundial.  Asistimos al declive de Estados Unidos y al ascenso de China, pero también al surgimiento de otros aspirantes a potencias, tal vez menos poderosos, pero que están buscando su lugar en el mundo. Después de décadas de una clarísima distribución de fuerzas, inquieta la capacidad desestabilizadora de esta época de transición.
Por supuesto, también el dominio corporativo está bajo asedio. El Fortune 500 ya no está solo dominado por empresas estadounidenses. Algunas de las firmas más emblemáticas en los más diversos sectores proceden ahora de lugares hasta hace poco insospechados: Skype, de Estonia; Mittal Steel, de India; Embraer, de Brasil, o Zara, de España. La competencia ha aumentado exponencialmente y las barreras de acceso para lanzar nuevos negocios han disminuido. La tecnología, sobre todo Internet, ha tenido un papel fundamental en la transformación de la producción, la distribución y el márketing, pero también las políticas públicas que han impulsado la liberación y privatización de sectores tradicionalmente cerrados o la reducción de tarifas y el consiguiente impulso al comercio mundial. Marcas que parecían eternas, como Kodak, han desaparecido; otras se han diluido en conglomerados variados. Las empresas han sido el principal brazo armado de la globalización, pero así como se han visto favorecidas por la aparición de un mercado auténticamente mundial, también han visto aumentar los riesgos que las acechan.
Moisés Naím vuelve a demostrar que es posible presentar una idea novedosa y provocadora, basada en una reflexión profunda, con una prosa ágil, amena y atractiva; que el pensamiento no tiene por qué ser aburrido ni excluyente. Pocos autores ofrecen como él una visión tan incisiva de las tendencias globales, tan necesaria en un momento en que los líderes –sobre todo los políticos– parecen ensimismados en sus problemas nacionales.
Tras una exhaustiva descripción de las manifestaciones de la decadencia del poder en todos los ámbitos, el autor alerta de sus cinco principales riesgos: el desorden, la pérdida de conocimiento y capacidades, la banalización de los movimientos sociales, el aumento de la impaciencia y la reducción de la capacidad de atención de los ciudadanos y la alienación.
Sin embargo, no llega a plantear soluciones con la misma convicción que describe el problema y la receta se queda escasa ante la rotundidad del diagnóstico. Al final, propone, deben ser los partidos políticos –más competitivos, modernizados y reinventados, eso sí– los que impulsen la recuperación de la confianza y la búsqueda de nuevas vías de participación. Dado el creciente anquilosamiento de los partidos ante los retos actuales y el escepticismo de las sociedades democráticas ante su actuación, se hace difícil percibir la posibilidad de una autoregeneración. Ojalá.
Por último, es difícil no coincidir con su afirmación final: que estamos en medio de una ola de innovaciones políticas que transformarán el mundo tanto como lo han hecho las revoluciones tecnológicas y que la Humanidad, como lo ha hecho siempre, encontrará el modo de gobernarse a sí misma. Lo que no sabemos aún es cómo será ese modo ni cómo llegaremos a él. Tal vez sea el contenido de un próximo libro.

El fin del poder
Moisés Naím
448 páginas
Debate, Madrid, 2013

Preparación minúscula para un tifón mayúsculo

http://www.ipsnoticias.net/2013/11/preparacion-minuscula-para-un-tifon-mayusculo/

La ciudad costera de Ormoc tras el paso del tifón Haiyán. Crédito: Arlynn Aquino EU/ECHO/CC by 2.0
La ciudad costera de Ormoc tras el paso del tifón Haiyán. Crédito: Arlynn Aquino EU/ECHO/CC by 2.0
MANILA, 12 nov 2013 (IPS) - Pese al alerta temprana del gobierno y a la evacuación de hasta 800.000 personas de áreas vulnerables, el tifón Haiyán (“Yolanda”, para la población local) devastó por completo algunas comunidades y zonas costeras de las centrales islas filipinas de Visayas.
Este supertifón de categoría 5, que se estima el más intenso de la historia, impactó en Filipinas el 8 de este mes, debilitándose levemente antes de matar a miles de personas y de causar graves daños a la economía del país.
Hay estimaciones de hasta 10.000 fallecidos. La ciudad de Tacloban, capital de la provincia de Leyte, fue la más afectada. También hay 600.000 desplazados, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En las primeras horas de la llegada del tifón, informaciones intermitentes daban una idea de potencial impacto, pero las autoridades y agencias humanitarias pasaron varios días sin tener acceso a muchas comunidades.
Esto implicó que miles de personas quedaran sin productos básicos en las horas que siguieron al desastre, mientras un manto de incertidumbre envolvía a muchas áreas afectadas, necesitadas de asistencia inmediata.
Casi un día después del impacto del tifón, la oficina de la ONU en Manila alertó por el canal de noticias Bloomberg que a ciertas áreas no habían llegado todavía las operaciones de alivio, y que ignoraba la cantidad de sobrevivientes que carecían de productos esenciales debido a los enormes daños infligidos a infraestructura básica.
“En los próximos días, tengan por seguro: la ayuda les llegará cada vez más rápido”, declaró el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, tras visitar las áreas devastadas, intentando calmar a miles de personas desesperadas.
“La entrega de alimentos, agua y medicinas a las áreas más afectadas es nuestra prioridad”, afirmó.
Horas después de la tormenta, los medios locales retrataban un panorama de desesperación y pánico, mientras mucha gente buscaba víveres donde fuera. Al gobierno le llevó cierto tiempo despachar soldados y personal para organizar la distribución de la ayuda y establecer una mínima estabilidad en las áreas más perjudicadas.
El ejército de Filipinas envió cuatro aviones C-130 a las zonas afectadas, que solo podían aterrizar en horas de luz natural. Un batallón de 250 efectivos fue enviado a Tacloban, el área más devastada.
“Estamos enviando medicinas y otros productos de ayuda, equipos de respuesta a la emergencia y tiendas de campaña, generadores (eléctricos), equipos de comunicaciones y combustible”, dijo a los periodistas el coronel Miguel Okol, portavoz del ejército.
“Pero ahora nuestra prioridad es enviar (efectivos de) seguridad –la Policía Nacional de Filipinas— para hacer frente a (brotes de) violencia”, agregó.
Los informes sugieren que la dimensión de los daños superó a las autoridades locales, mientras que, apenas pasado el tifón, el gobierno nacional tenía problemas para comunicarse con las áreas afectadas.
La fuerza de Haiyán destruyó aeropuertos, carreteras, redes eléctricas y líneas telefónicas, volviendo prácticamente imposible una coordinación óptima entre las autoridades y dejando algunas zonas aisladas justo cuando más necesitaban ayuda.
Más de 9,5 millones de personas se vieron afectadas, 20.000 casas quedaron en ruinas y cuatro aeropuertos se vieron obligados a cerrar. Las pérdidas totales podrían alcanzar los 14.000 millones de dólares.
Según el Programa Mundial de Alimentos, al menos 2,5 millones de personas necesitan ayuda de emergencia.
El gobierno anunció que destinaría una suma inicial de 533 millones de dólares para operaciones de ayuda inmediata y tareas de reconstrucción.
En Tacloban, el Departamento de Obras Públicas y Carreteras solicitó unas 100 hectáreas para reubicar a unas 45.000 familias. Hasta ahora, ha adquirido 300 hectáreas del gobierno local.
Mientras, la Autoridad Nacional de Alimentos anunció que tenía listas más de tres millones de bolsas de arroz para enviar en las áreas afectadas, pero los propios funcionarios tenían dudas de poder distribuirlas.
“A veces, no importa cuánto y cómo estés preparado, el desastre simplemente es demasiado grande”, dijo Zhang Quiang, de la Universidad Normal de Beijing, especialista en mitigación de desastres.
Pese a las impresionantes tasas de crecimiento del producto interno bruto de Filipinas en los últimos años, y aunque se pronostica una expansión de hasta siete por ciento para 2013, este país ha hecho pocas inversiones en infraestructura básica.
Miles de carreteras y puentes necesitan mantenimiento y mejoras con desesperación, mientras muchas áreas rurales todavía no cuentan con buena conexión eléctrica y siguen aisladas de los centros urbanos.
La administración de Aquino viene impulsando sin respiro una docena de grandes proyectos de infraestructura en asociación con el sector privado, destinados a impulsar la economía y mejorar la resiliencia del país ante desastres naturales.
Sin embargo, la mayoría de estas obras no estarán listas antes de 2015.
Una combinación de vacíos legales, corrupción y mala administración ha dejado muchas áreas, sobre todo las alejadas de los centros industrializados en la norteña isla de Luzon, carentes de infraestructura básica y de calidad.
Los especialistas presionan con insistencia al gobierno para que mejore esa infraestructura, sobre todo considerando la vulnerabilidad del país ante los desastres naturales.
Es bien sabido que los barrios pobres y las comunidades costeras son los más expuestos a esos desastres, y por eso el gobierno debería adoptar estrategias como la evacuación de la población y la construcción de búnkers de hormigón capaces de resistir los tifones, señalan los expertos.
Pero, para muchos, la gran cuestión es el cambio climático y el precio que deben pagar países en desarrollo como Filipinas por siglos de industrialización de las naciones del Norte.
Las consecuencias se agravan por el estancamiento de las negociaciones internacionales. Los países occidentales y las grandes economías emergentes se resisten a someterse a una reducción obligatoria de sus emisiones de gases invernadero, causantes del calentamiento.
Pero los países pobres también se quejan de que las naciones ricas no invierten en fondos de adaptación, que podrían ayudar a los más débiles a afrontar los efectos de las transformaciones del clima.